Despegando con… Marlies Beek | Piloto

No pida a este piloto – que resulta que es una mujer (como ella misma indica) – que elija entre una cama de hotel y la suya propia. Simplemente está tan enamorada de su vida que no puede elegir. Volar es su vida. Y, entre vuelos, ha criado heroicamente a 4 hijos. Ya parece que su hija (12) va a seguir sus pasos, igual que Marlies (46) siguió los de su padre, que también fue piloto de KLM. Llegó incluso a volar con él. Cuando se juntaron en la cabina de mando, ella era su co-co – su segundo oficial.

Breve biografía

Fecha de nacimiento: 3 de abril de 1971

Lugar de nacimiento: ‘s Hertogenbosch, Países Bajos

Puesto: Capitán a bordo de vuelos intercontinentales de KLM desde diciembre de 2010

Personal: Marlies está casada y tiene 3 hijos, Jesse (13), Fender (10) y Kester (8), y una hija, Louke (12).

Carrera: Se incorporó a KLM en 1991

No hace mucho

Han pasado 26 años pero parece que fue ayer. Realmente no me acuerdo muy bien de mi primer vuelo. Pero recuerdo claramente los vuelos a Nueva York y a Nairobi que hice durante los primeros años de mi carrera.

Como la mayoría de mis compañeros, después de graduarme en la academia de vuelo, comencé a trabajar como segundo oficial. A los segundos oficiales se les asigna a vuelos intercontinentales, lo que significa que vuelas con los aviones más grandes.

2 años como segundo oficial

Eres el piloto adicional que permite que los otros pilotos puedan descansar. No te encargas de los despegues ni de los aterrizajes, aunque estás entrenado para hacerlo. Solo tienes que sentarte a los controles mientras estás en vuelo y los otros están descansando. Pasé 2 años haciendo eso.

Carrera

Después de esos 2 años como segundo oficial, las cosas cambiaron bastante rápido. Me convertí en copiloto a bordo del Boeing 747 y ocupé ese puesto durante 4 años. Después pasé al B747-400, también como copiloto, y ahí estuve bastante tiempo. Mis hijos nacieron durante esos años. Comencé también a trabajar como instructora, compaginándolo con mis obligaciones como piloto. Cuando me ofrecieron el puesto de capitán de vuelos intercontinentales, no dejé pasar la oportunidad.

Trabajo en equipo

Todos los pilotos tienen galones en las mangas. Los copilotos tienen 3 y los capitanes, 4. Los 4 galones suponen la máxima responsabilidad pero, créame, mientras volamos, siempre debatimos sobre el plan de vuelo. En la cabina de mando, todo se basa en el trabajo en equipo y la igualdad.

Mi padre

Mi padre fue piloto y, por supuesto, fue mi ejemplo. Pero este no es un trabajo solo para hombres. Nunca me han tratado de manera diferente por ser mujer. Soy un piloto y también soy mujer. Yo lo veo así.

La carrera de mi padre fue una gran inspiración para mi. De hecho, volamos juntos en multitud de ocasiones.

Mi padre se llama Wim. Yo fui su copiloto en su último vuelo como capitán. Fue increíble. También trabajé con él como segundo oficial. Se retiró en 2013.

Un trabajo normal

Mi familia está acostumbrada al hecho de que volamos. Para nosotros es un trabajo normal. Uno de mis hijos también tiene la ambición de volar. Me gusta, pero no es algo que yo espere. Apenas le doy importancia, pero solo alrededor de un 5% de los pilotos son mujeres. Así que supongo que será algo bastante especial.

Amo mi trabajo

Mi trabajo es una fuente de alegría inmensa. Llevo haciéndolo 26 años y todavía me encanta. No mucha gente puede decir lo mismo de su trabajo, así que también me siento agradecida.

Si me dieran a elegir de nuevo, elegiría ser piloto.

Trabajo y vida familiar

Este es el único inconveniente de mi trabajo: algunas veces tengo que trabajar en días que me gustaría no hacerlo y me he perdido algunos de los momentos más especiales para mis hijos. Sin embargo, nunca voy a trabajar de mal humor. Y, cuando no vuelo, siempre recupero todos los momentos que me he perdido, y los disfruto al máximo.

Especial

Una vez me senté en la cabina de mando de un 777 con un piloto amigo, lo cual fue muy especial. «¡Míranos aquí sentados!» Un sueño que teníamos cuando estábamos en la academia de vuelo se había hecho realidad. Fue un vuelo fantástico. A Nueva York. Salimos juntos a tomar café. Un recuerdo maravilloso.

Siempre gente nueva

Siempre vuelo con gente distinta. La tripulación de la cabina nunca es igual. Pero, aún así, todo sucede siempre de la misma manera, así que ya sabes lo que puedes esperar de los demás. Aunque no te hayas visto nunca, puedes tener fe en el resto. Todo se trata de estar alerta y de seguir las instrucciones de seguridad, las normas y nuestros métodos de trabajo – todo el mundo se mueve al mismo compás. Es una parte realmente especial de mi trabajo.

El toque humano

Aunque seguimos un plan de vuelo y toda la ruta está trazada de antemano, tenemos que saber qué hacer en caso de que las cosas cambien de repente o varíe la dirección del viento. El toque humano siempre es necesario. Puede que sea por eso por lo que nunca te aburres. Siempre te sientas junto a una persona distinta, que puede que no hayas visto nunca antes.

Amistad

Tengo un magnífico grupo de amigos y, esporádicamente, hago nuevos amigos gracias al trabajo. Conozco a mucha gente y puedes desarrollar una relación con los compañeros en un espacio de tiempo muy corto. Durante los primeros años de mi carrera, solía decir: nos vemos pronto. O, deberíamos vernos más a menudo. Pero la vida sigue y casi nunca encuentras tiempo para contactar con los demás.

Potencia muscular

Creo que la mayoría de los primeros pilotos eran hombres porque se necesitaba mucha fuerza para despegar y aterrizar. Pero de eso hace mucho tiempo. Actualmente, es una carrera tanto para hombres como para mujeres. De hecho, en KLM es un trabajo en el que tener hijos no afecta al desarrollo de tu carrera. Hay mucho espacio para mantener un buen equilibrio entre la vida laboral y la familiar.

Pero las mujeres tienen aún un largo camino por recorrer. Desde que me incorporé a KLM, el número de mujeres piloto ha aumentado, pero solo del 4% al 5%. Así que hay mucho margen de mejora. No creo que las mujeres deban tener preferencia, pero pienso que más mujeres deberían descubrir que este es un trabajo fantástico. Tienes que ser capaz de sobrellevar el jetlag y el hecho de trabajar siempre con tripulaciones distintas. También debes tener afinidad con la tecnología. Pero esas cosas afectan tanto a hombres como a mujeres. Lo que quiero decir es que este trabajo no es adecuado para todo el mundo, ni todo el mundo es adecuado para este trabajo. Pero sería bueno ver a más mujeres haciéndolo, eso seguro.

 

Atreverse a ser vulnerable

Es clave para mi trabajo. Quiere decir estar abierto a los demás, no aferrarte a tus propias ideas, sino estar dispuesto a contribuir y desear cambiar. No eres rompible, ni frágil, sino que estás abierto. Esto es importante para tu propio desarrollo. En el trabajo y fuera de él. Realmente creo que es así.

¿Lo agradable de mi trabajo?

Despegar y aterrizar – siempre es un placer hacerlo. Pero hay más. Saber que, aunque hoy esté en casa, mañana pasearé por Shanghái. ¿Con quién, qué y cómo? Lo sabré sobre la marcha. Y la semana siguiente, volveré a Singapur. Es algo normal para mí, pero realmente no lo es [risas…].

Sensatez

Ser fiel a mí misma es lo que siempre he intentado lograr en mis diferentes puestos. Y, en mi capacidad actual de capitán, después haber logrado llegar al último escalón de mi carrera, pienso que puedo decir que, honestamente, sigo siendo yo misma. A menudo me preguntaba qué cambiaría cuando llegase a capitán. Nada.

Hechos que cambian la vida

Los hijos, son lo que más ha cambiado mi vida. Eres padre; vives para tus hijos. Te hace ser vulnerable y cambias radicalmente tu opinión sobre algunas cosas. Accedes a una especie de poder instintivo, pero también ganas un cierto nivel de paz en tu vida. Estoy encantada de haber podido vivir la experiencia de ser madre.

La vida es maravillosa

He realizado multitud de viajes increíbles. No tengo un favorito en particular. Han sido muchísimos, y no quiero que suene mal. Al contrario, han sido demasiados como para elegir uno.

Divertidísimo

Tocamos tierra y una pareja de ancianos desembarca – la puerta de la cabina está abierta. El hombre nos mira y se queda parado un instante. Queriendo felicitarnos, dice: «Dios mío, qué bien ver a una mujer piloto y que, aún así, el vuelo haya sido muy seguro». Creo que es brillante, no tiene precio. Aunque se puede interpretar de otra manera, en ese momento me resultó muy gracioso.

Algún día, cuando sea mayor…

En el terreno personal, espero que mis hijos encuentren su lugar y la felicidad en la vida. Que puedan mirar atrás y decir: «mamá, hiciste un buen trabajo». En lo laboral, mi objetivo es ser una buena instructora. He tenido varios formadores que me han inspirado y me han servido como modelo. Espero poder ser lo mismo para algunos de los futuros pilotos.

Reto

En mi trabajo siempre hay algo nuevo que aprender y nuevos retos a los que enfrentarse. Están las operaciones normales, por supuesto, pero siempre quiero aprender más de los demás. Quién sabe, puede que incluso pase a hacer algo distinto. KLM estimula realmente a sus empleados para que desarrollen su potencial, pero eres tú quien debe esforzarse.

Lecciones de vida

La vida tiene sus altibajos. Creo que siempre se crece a partir de estas experiencias, especialmente de los peores momentos. Y está el color de tu vida. En cierta forma, la vida se colorea, pero al final eres tú quien decide de qué color debe ser. Quiero decir que depende de ti. ¿Coges el lápiz gris o el negro?, ¿o el rojo o el amarillo?

Ya sabes, incluso cuando las cosas no van como quieres que vayan, al final, pasado el tiempo, incluso si tu vida ha sufrido un cambio drástico causado por otra persona, sigues teniendo la posibilidad de colorearla. Y todos tenemos el poder de hacerlo, aunque se tarde un tiempo.

Pasajeros

Cuando no piloto y me voy de vacaciones, soy una pasajera de verdad. También puede ser muy instructivo. Una vez sufrimos un retraso masivo y a los pasajeros se les dio muy poca información. Esa situación se puede manejar de manera distinta.

Fascinada por la aviación

Sí, supongo que me fascina. No tanto los aviones en sí mismos, no soy avistadora de aviones, pero quería ser piloto desde que tenía 11 años. Nadie me tomó muy en serio. Era muy pequeña. Mi hija dice que quiere ser piloto. Ya veremos.

Comencé con el vuelo sin motor para ver si realmente me gustaba volar. Al final, comencé a formarme como piloto siendo muy joven, a los 18 años. Volar ha sido mi trabajo desde entonces, aunque no siempre lo percibo como un trabajo.

Momentos emotivos

Los familiares, sin duda. Recuerdo la vez que volé con mi padre y mi madre y mi abuela estaban a bordo. ¿Puedes imaginar lo que significaba para mi abuela tener a su hijo y a su nieta como piloto y copiloto? Su forma de contar la experiencia hizo que se me saltaran las lágrimas – y a ella también.

El último vuelo con mi padre fue, sin duda, otro de esos momentos. Me dijo, «Mañana todavía seré capaz de pilotar, pero ya no me lo permitirán». Fue realmente emotivo.

Momentos especiales

La primera vez que pude decir a los pasajeros que yo era la capitana de su vuelo. ¡Fue increíble! Es algo que siempre esperas poder hacer.

La última aplicación que ha descargado

Room for Thought. La recomiendo. Todos los días te envía un recordatorio para hacer una foto y, al final del año, tendrás un registro de tu año, que también puedes imprimir. Es una aplicación pequeña pero fantástica. La foto se hace manteniendo pulsado el botón «OK» durante 3 segundos. Lo llaman tu diario de «fotos accidentales». Vamos a hacer una ahora, durante la entrevista (ver abajo).

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Pasado y presente

Cuando comencé a volar, las comunicaciones eran difíciles cuando estabas en un país lejano. Que el hotel dispusiera de un fax ya era bastante. Ahora podemos estar en contacto todo el tiempo. Es muy diferente. Cuando tienes familia, como tengo yo, facilita mucho la vida. También la complica, cuando no encuentran algo en casa y estoy durmiendo en otra zona horaria – esos mensajes en mitad de la noche, «¿¿¿mamá???», «¿¿¿mamá???». Jajaja.

Recuerdo claramente pasear por la Gran Muralla China con mi primer teléfono móvil – no hacía mucho que se habían popularizado. Recuerdo que pensé lo raro que era estar en la Gran Muralla China, lejos, muy lejos, y llamar a casa. Hoy en día no siempre enciendo el teléfono; dormir es un bien muy preciado, en especial cuando hay diferencia horaria. Pero está bien. Todo está bien organizado en casa mientras estoy fuera.

Destino favorito

Me gusta mucho viajar a Nueva York cuando hace buen tiempo porque puedes llegar rápidamente a la ciudad. La puedes ver ahí abajo. Pero no quiero elegir. No puedo.

Lugares de visita obligada

No puedo elegir. Simplemente hay demasiados. Buenos Aires, Patagonia. Y estar frente al glaciar, un glaciar realmente antiguo. ¡Impresionante! Allí siempre me digo que tengo que traer a mis hijos. También me gustaría llevarles a China, a la majestuosa zona donde se grabó «Avatar». ¿Recuerda esa película?

Pero también navegar en Turquía. Las Islas Vírgenes Británicas. Ah sí, recorrer Canadá en caravana, visitar a los familiares que viven lejos. ¡Y Nepal! ¡La Gran Muralla China! Realmente no tengo un destino de vacaciones ideal. El mundo es increíblemente hermoso – y grande.

Glamping

Me gustaría hacer glamping algún día. Realmente no me gusta mucho el camping, pero volveré a probarlo. Dame una mochila y viajaré de mochilera. Llévame a un resort de lujo y lo disfrutaré de igual forma. El glamping está en la lista, así que lo probaré. A mis hijos les encanta.

Único

Estaba en Pekín y en la Gran Muralla China durante el brote de SARS de 2002-2003. Apenas había nadie en las calles, algo que nunca volveré a ver. Era irreal. No lo olvidaré.

Un mundo pequeño

Volar ha hecho que el mundo sea más pequeño. Espero que mis hijos tengan la oportunidad de explorarlo como yo lo he hecho. Le estoy muy agradecida a mi trabajo.

Disfrutar de la vida Lo hago.

Consejo para volar

Beber mucho. Muchísimo. Y si se viaja con niños, tomárselo con mucha tranquilidad.

Hacer del vuelo el principio de las vacaciones – Schiphol, embarcar, todo. Si se está relajado, los niños también lo estarán.

El consejo culinario definitivo

De nuevo, no puedo elegir. En Japón fuimos a Kioto y comimos pizza japonesa en la calle. En el Sudeste Asiático están todos los cafés saté. Los elegantes restaurantes de Ciudad del Cabo. Me gusta la variedad, pero todos los años almuerzo en el mismo restaurante de Shanghái.

El lugar más hermoso del mundo

El hogar. Ámsterdam. Cuando vuelvo siempre digo que nos dirigimos al mejor destino de todos. A casa, donde están mis hijos.

Lugar de Ámsterdam

En los últimos años, Ámsterdam se ha convertido en un lugar muy concurrido, con muchos turistas. Como turista puedes disfrutar del barrio llamado De Pijp – muchos locales siguen viviendo allí. Tiene un ambiente fantástico.

Mini Ámsterdam

Vivo en Haarlem. Es una ciudad agradable. Puedes recorrerla en sus barcos y disfrutar de su fantástica comida, sus tiendas y el bonito centro de la ciudad. Aquí estamos mucho más cerca de la playa. No es que vaya a la playa a menudo. Cuando lo hago, prefiero hacerlo fuera de temporada, cuando está tranquila.

Esto es KLM

KLM es el «espíritu azul» que muchos de sus empleados comparten. Una sensación de orgullo y solidaridad. Creo que los holandeses también lo sienten, aunque no trabajen para KLM. KLM es como estar en casa. Sin rodeos, «es lo que es». Algo así. Lo siento cuando estoy en el extranjero y veo Heineken, o algo típicamente holandés.

Amor

Es una parte muy importante de mi vida. El amor de tu vida, el amor a tu familia, por los amigos, por mi trabajo.

El amor lo invade todo.

Motivación

Mi motivación es el amor. Pero quizá también lo es la vida en su conjunto. Realmente lamentaría dejarla pasar frente a mí. Algunas veces vuelvo la vista a la semana anterior y me pregunto qué he hecho. Quizá las personas son mi principal motivación. Me encanta estar con gente.

Inspiración

La gente que todavía está llena de energía. A veces quiero poner a esa gente en un pedestal, les admiro. Me hacen pensar, «Guau, yo también quiero ser así». Pero tienes que llevarlo dentro, algunas cosas no se pueden fingir.

Un día me gustaría…

Estudiar psicología. Solo por ser capaz de analizar y entender la vida y los inmensos cambios que, a veces, las personas tienen que superar. Que alguna vez lo haga es otra historia.

El mayor orgullo

¡Mis hijos! ¡Sin duda! Me gustaría hacer un largo viaje con ellos, recorrer Canadá en caravana, o Australia. O viajar al Sudeste Asiático, visitar islas, bucear y recorrer la selva.

Sentido más desarrollado

El olfato. Cuando recuerdo cosas, vuelvo a percibir los olores. Desde el olor de los recién nacidos, a mi viaje a Nepal. A menudo reconozco primero el olor, y la imagen del recuerdo llega después. Aparentemente huelo las cosas un poco más rápido que los demás.

Avión preferido

El Boeing 747. Los he pilotado yo y lo hice también con mi padre, cuando aún volaba. Sigo pensando que es un avión muy bonito. Pero también me gusta el avión que piloto ahora, el Boeing 777 y el Dreamliner. Pilotarlos es realmente fantástico y son más modernos que el 747, lo que también tiene su atractivo.

Lección de prueba

No soy una obsesionada de los aviones y no voy a exhibiciones aéreas, ni ese tipo de cosas. Pero, el verano pasado, tuve una lección de prueba en un helicóptero. Fue fantástico. En realidad no voy a seguir con ello, simplemente no encaja en mi vida. Pero fue muy divertido.

Sol o nieve

Nieve, porque esquiar es algo muy arraigado en mi familia. Ya no puedo seguir el ritmo de mis hijos. Preferiblemente montones de nieve y días ultrasoleados.

Café o champán

Elegiría el champán. Con él se celebra la vida y eso me gusta.

Hotel o su propia cama

Si eso significa tener que dormir siempre en mi propia cama, entonces elijo el hotel. Pero mi primera respuesta era mi propia cama. Como me ocurre siempre, no puedo elegir.

Sándwich de queso o sushi

Un desayuno holandés, con todo su pan, es lo que le encanta a mi familia. Y es lo que siempre echamos de menos, tanto si estamos en Austria como si estamos en México.

Islas Frisias o tropicales

Complicado. Probablemente diría tropicales. Me gusta mucho la isla de Texel e iba allí mucho con mis abuelos cuando era joven. Pero dejaré la nostalgia para lo que es.

Larga distancia o corta distancia

Larga distancia. Es mi forma de vida. Pero la corta también está bien. Pasé 4 años volando en Europa. Una noche en Barcelona, a la siguiente en Copenhague.

Pasillo o ventanilla

Ventanilla, aunque el pasillo sea más cómodo. Pero la vista – el sol. Aunque veo el sol todo el tiempo nunca me aburre. Las lluvias de estrellas son también algo impresionante. Me hacen sentir muy feliz.

En casa…

Espero que todo el mundo se sienta bienvenido y que cualquiera pueda venir en cualquier momento.

En KLM…

Me siento como en casa. Espero poder pasar toda mi carrera aquí. Mi corazón es azul, ya sabes.

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